- Entrenamiento con Manoplas -


Qué es. Para qué sirve.

Las manoplas son unas superficies acolchadas, de un tamaño ligeramente superior al de la mano extendida, que se calzan en las manos como si de un guante se tratase, de la forma en que se ve en la figura. Sirven para practicar los diferentes golpes (puñetazos y patadas) con la ayuda de un compañero, que es quien las sostiene. Con ellas se ejecutan las diferentes técnicas teniendo un blanco donde dirigir el impacto.

Principalmente se usan para mejorar la precisión de los golpes (el blanco es pequeño), y así perfeccionar la técnica aprendida lanzando los golpes "al aire". Por el contrario, el uso de manoplas no es un sistema especialmente util para practicar la potencia, cosa que se hace mejor golpeando un saco (pero del saco ya hablaremos en otra lección).

Además de perfeccionar la precisión de nuestras técnicas, se pueden usar también para mejorar los reflejos, la velocidad de reacción y, en resumen, la capacidad de decidir y ejecutar instintivamente el golpe más apropiado en una situación dada. En esta lección se explicarán ambos usos y la forma de entrenarlos.


Cómo debe practicarse. Precauciones.

Hay dos sistemas de entrenamiento, cada uno con un objetivo diferente:
  • Entrenamiento de precisión.
  • Entrenamiento de improvisación de golpes efectivos.
La improvisación solo debe ejecutarse una vez se ha alcanzado un buen nivel en la precisión de los golpes, y se tienen las técnicas bien asimiladas. De lo contrario se pueden causar lesiones accidentales, a uno mismo o al ayudante.


Entrenamiento de precisión.

El ayudante se coloca en una posición estable (no es cuestión de que se caiga al suelo al absorber el golpe), sosteniendo la manopla de forma que sirva de diana para el golpe que se pretende entrenar. El que golpea se coloca en guardia, en cualquier postura adecuada para ejecutar la técnica, y efectúa el golpe cierto número de veces apuntando a la manopla y golpeandola correctamente.

Notas y consejos:
  • Conviene que el ayudante use muñequeras, pues la muñeca va a soportar casi todo el impacto.

  • Las técnicas de mano es dificil que fallen el blanco, por lo que se pueden hacer con fuerza y velocidad casi desde el principio. Las patadas son más difíciles de controlar, por lo que conviene empezar lentamente, aumentando la velocidad según se gana precisión.

  • Lo mejor es empezar con una sola manopla y practicar un solo golpe. Posteriormente, el ayudante puede sostener dos, una en cada mano, y así se practican combinaciones de dos o más técnicas.

  • El ayudante recibe el golpe, por lo que puede juzgar si es potente o débil, y corregir lo que sea necesario.

  • Ha de practicarse la variedad: en técnicas, en alturas de la manopla, en distancia... También es muy importante ejecutar las técnicas con ambas manos y piernas: El ayudante puede notar cual es el lado más "torpe" y que necesita practicar más.

  • No ha de golpearse "como sea, aunque sea mal". Si no se llega con las piernas a cierta altura, se ponen las manoplas más abajo.


Entrenamiento de improvisación.

Una vez se ha alcanzado cierto dominio de los golpes, y estos son precisos, potentes y técnicamente correctos, se puede pasar al segundo sistema de entrenamiento.

El que golpea ha de estar en una posición relajada, sin ponerse en guardia. En pié, brazos caidos, y a una distancia del ayudante ligeramente superior a su brazo extendido (para dejar sitio al brazo del ayudante cuando éste saque la manopla).

El ayudante tiene la manopla a su espalda. Sin previo aviso la levanta y la coloca en una posición cualquiera para recibir el impacto. El que entrena ha de golpear, como sea, la manopla. Puede ser un puñetazo, patada... Da igual. Pero el golpe ha de ser correcto, eficiente y adecuado a la posición del blanco.

Para evitar accidentes, al principio es mejor que el ayudante sostenga la manopla indefinidamente en esa posición, y el que practica, antes de golpear, piense qué técnica es más apropiada. Con la práctica se reduce el tiempo dedicado a seleccionar el golpe, hasta que llega a ser instintivo. Cuando ya se tiene cierto dominio, el ayudante puede sacar la manopla, y tras uno o dos segundos, volverla a colocar a la espalda. Si en ese tiempo no se ha sido capaz de conectar un golpe, pues... lástima: habrá que practicar más.

Y recuerda: Es mejor no dar un golpe, que ponerse nervioso, darlo mal, o incluso pegar al compañero. Esto último no tiene perdón, pues revela un descontrol total en la técnica. Es importante no quemar etapas y dedicar todo el tiempo necesario a la fase de "pensar primero el golpe adecuado".

Para acabar, un par de ejemplos:


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  1. Posición de partida. El que golpea está en pié y relajado. El ayudante tiene la manopla a su espalda. Puede usar dos manoplas, de modo que también sea imprevisto qué mano saldrá.
  2. El ayudante coloca la manopla, repentinamente, a la altura de su cara.
  3. El que golpea ha de conectar un golpe, según la posición de la manopla. Por ejemplo:
    • Si la superficie de golpeo está de frente: puñetazo frontal y directo.
    • Si la superficie de golpeo mira al suelo: un gancho de abajo arriba.
    • Si la superficie de golpeo se coloca lateralmente: un revés tipo "Ura Ken".
    Son solo ejemplos. Usa cualquier golpe eficaz que alcance el blanco.

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  1. Posición de partida, como el ejemplo anterior.
  2. El ayudante coloca la manopla a nivel del bajo vientre.
  3. Cualquier patada que haga impacto, en el ejemplo una frontal (la que se usaría para golpear los genitales del contrario).
A nivel más avanzado aún, el ayudante puede sacar las dos manoplas simultaneamente, de modo que se deben encadenar dos o más golpes de forma refleja y automática.

Y esto es todo por este més. A entrenar (y cuidadito no os hagais daño ;-)


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"Gorinkai" © 1998 Antonio Rivas Gonzálvez